Muchas veces se escucha el término ERP o sistema ERP, pero no siempre queda
del todo claro a qué se refiere. Las siglas ERP vienen del inglés Enterprise
Resource Planning, es decir que es un sistema para planificar los recursos de
la empresa. Por lo general, en castellano se conoce como sistema de gestión
empresarial.
La clave para entender los ERP es pensar en “integración”. Estos software
vinculan los distintos sistemas que funcionan dentro de una empresa para
optimizar las cargas de trabajo, compartir la información que manejan los
distintos departamentos y proveer una visión de negocios a las operaciones
generales.
Lo que hacen estos sistemas es eliminar la idea de que cada sector de la
empresa utilice un software distinto, por ejemplo el sector financiero un
sistema para pago de facturas, el de recursos humanos uno para gestión de
personal, etc., y unifica toda la información de la compañía en una base de
datos interrelacionada. Los usuarios pueden acceder a la información que
necesitan a través de una clave que los lleva al módulo específico de su
departamento. Es decir, que existe un módulo para contaduría, otro para
recursos humanos, otro para producción y así.
Almacenar todos los datos en una sola base de datos hace posible generar
reportes integrales que le brindan a los responsables de manejar el negocio la
posibilidad de contar con una idea clara de qué sucede en cada sector de la
empresa, de forma tal que pueden aplicar mejoras en determinados procesos en
áreas específicas para ahorrar dinero e incrementar márgenes de ganancias. La
base de datos unificada posibilita el acceso sencillo a una visión integral de
los procesos de la empresa.
Este tipo de sistemas se aplica en compañías de varias industrias. Para el
caso de las empresas que producen bienes, por ejemplo, se trata de una
herramienta ideal, ya que conecta las distintas partes del proceso productivo y
facilita el seguimiento y la coordinación de los pedidos, la producción, el
control de stock y la distribución. Lo mismo sucede con las empresas
distribuidoras o las cadenas de retail.
La idea general es proveer a las organizaciones una herramienta que facilita las operaciones y optimiza los distintos procesos de negocios. Esto genera ahorros en tiempo y personal y permite un análisis detallado que puede impulsar el crecimiento de un negocio.